Para el
mundo solo somos un número, nada mas nacer te enumeran, y tú claro, inocente
creces, y sigues recopilando más números. Y tu aun creces mas y acabas con no
se cuantos números, que tu, claro esta,
sin quererlo ni comerlo te han adjudicado.
Por
suerte, tu no ves esos números, ves personas que comparten tu vida, y que
simplemente es eso números, solo números, y que tú decides conocer, mas o
menos, te marcan mucho o poco, pero ya han pasado por tu vida.
Yo por suerte tengo muchos “números” en mi
vida y me alegro de que hayan marcado mi vida.
Y no me voy sin recordaros que esta es tú historia y tú decides como termina.
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Pensamientos calamocanos