Me
llamo Sonia y nací un 17 de agosto de 2004, me acuerdo de lo feliz que era mi
madre cuando me tenía en brazos, lloraba de felicidad, pero por algún motivo
que desconocía no dejaba que papa me tocase. Una noche papá llego tarde y mamá
le pidió explicaciones, estuvieron un buen rato discutiendo, hasta que un ruido
me hizo llorar, mamá bien en seguida, me cogió de la cuna y se hecho conmigo en
la cama, algo en ese momento empezó a mojarme la cara, las lágrimas de mamá habían
aumentado con el paso de los minutos y no paraba de secarme las gotas de mi
cara con los besos.
A la edad de cuatro años no entendía bastantes cosas, como
porque todos los compañeros de mi clase tienen abuelos y yo no o porque sus
madres tuenes amigas y las mía no. Al
tiempo aprendí que los moratones de mamá no eran caídas si no en intento de
papá de silenciarla, mamá pensaba que era todo culpa suya cuando no ella no
tenia nada.
Los moratones y los ingresos al hospital de mamá eran mas
frecuentes de lo normal, mamá tras la última salida llamo a la abuela y tras
una charla de horas, me cogió y fuimos a la comisaria mas cercara. No volvimos
a casa nunca más y papá tampoco.
En la
fiesta de mi octavo cumpleaños, vi la mirada de mamá, era de felicidad, los
millones de botes repletos de lágrimas, los moratones, el miedo y la culpabilidad
se quedaron en esa caja vieja, en el fondo de ese gran armario antiguo.
*Recordar aprende de tus errores.
*Recordar aprende de tus errores.
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Pensamientos calamocanos