miércoles, 27 de junio de 2012

Con aquellas miradas, ¿utópicas?


Y con el último sonar de los timbales aquella gente empezó a aplaudir como si, irónicamente, no hubiera mañana. Yo fijé mi mirada en otra de esas que tenía en frente, cómplice de lo que en ese preciso momento estaba ocurriendo.
No realizamos ni un triste ensayo previo al concierto para aquel público, no nos paramos a pensar que jamás habíamos dado un concierto tan único como este, pues muchos de estos cansados espectadores ya no volverían a vernos nunca, y no precisamente por propio gusto.
Aquel improvisado domingo me hizo reflexionar, digo improvisado porque ni yo me acordaba de aquel concierto al cual califiqué de aburrido e inútil, pues bien, me hizo reflexionar y pararme a pensar qué estamos  haciendo con todas aquellas personas, calificadas ahora como "desechos sociales e inservibles ya". Solo les queda el último aliento de vida, un misero soplo que invertirán en esas cuatro paredes de habitación compartida. Creo sinceramente que reciben este trato de la sociedad porque somos nosotros mismos los que tenemos un resentimiento y un complejo enorme, un terror gigantesco a la muerte, ¿porque? Porque sabemos que la muerte es lo único que tenemos asegurado en esta vida, y no queremos admitirlo y sacarle provecho, no, decidimos apartarlo en residencias para no tener que ver como día a día esas personas se van apagando, aunque a muchas de ellas todavía les quedaría mucho por vivir. Hago desde aquí un triste llamamiento a nadie, imagino, y les pido que se pasen un día por la residencia más cercana, o bien, ya no les pido tanto, siéntense en un banco verán que pronto aparece un octogenario a contarles sus intrépidas historietas. Sinceramente ellos son los verdaderos héroes, no me cansaré de decirlo, y espero no ser hipócrita y lo que yo misma escribo, cumplirlo.
Se que tal vez, y sólo tal vez, esperaban una entrada rindiendo culto al amor, al desamor, a la amistad, al orgullo, pero no, esta vez he decidido escribir lo que siento, y lo que siento es esto.


Mira al frente, no hacia otro lado.
*si retrocedes amigo, que sea para coger impulso

1 comentario:

  1. Me encanta!, la verdad es que se merecen mucho estos verdaderos Héroes, y no los de ficción...
    por cierto:
    http://mosaicodeilusiones.blogspot.com.es/
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Pensamientos calamocanos