Vi como
el polvo se acumuló en cada esquina, mueble y objeto de la casa, hacia que no
pisaba esta casa desde los ocho años, desde que mi abuela murió, entrando en
cada habitación, los recuerdos venían como si de sueños se tratasen, llegando
por mi mente y acabando en el mas profundo hueco de mi cuerpo, llegue donde la
cocina, donde hace 16 años, murió mi
abuela, recuerdo como si fuera ayer.
Llegamos
sobre las dos de la tarde justo para comer o eso pensábamos, al llegar vi
correr a mi padre para besar a mi abuela, el cual al verla en suelo grito ayuda
y mi madre subió corriendo, y yo detrás de ella, vi como de los ojos de mi
padre brotaban lagrimas que se perdieron por el suelo, mi madre abrazándolo y cogiendo el móvil para llamar.
El entrar
a la cocina de nuevo hizo que el corazón se para por un momento, salí a la terraza, no había viento, las olas
del mar tampoco se oían, ni los pequeños arcoíris que me enseño mi abuela, sin
ella este lugar no es el mismo.
Estés
donde estés quiero que sepas que sepas que para mi todos los días son sábados, como el ultimo que pasamos.
Te quiero.
todos los dias son sabados... dias que recordar y guardar en un rincon de la mente, donde nadie salvo tu los pueda leer, al igual que esta historia que ha hecho que por un momento, yo tambien me detuviese. Sin palabras. Nana...escribes genial :)
ResponderEliminarQue buena socia me busqué hice bien en crear este blog contigo nana, te quiero y escribes muy lindo!
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