viernes, 20 de julio de 2012

Cómplices miradas

Y en ese preciso instante sabes que nada de lo que estas viviendo va a volver a suceder; cuando la vida de varias personas se juntan es porque así debe ser, y no te importa, pero cuando deben separarse pides explicaciones, es decir, no preguntamos el porqué de que las cosas sucedan sino el porqué de su final. Estoy orgullosa de vivir lo que vivo. 
Buceé hasta lo más profundo de la piscina, decidí reflexionar allá abajo, y cuando levante mi mirada hacia el sol oí unas sonoras carcajadas, parecen tan felices, una vez ya en superficie lo que encontré a mi alrededor no era diferente de lo que había escuchado, eran ellas riéndose como si tuvieran que oírnos, como si tuviéramos que demostrar lo a gusto que se estaba en ese momento. Me alejé un poco de ellas y capturé el momento, lo suelo hacer bastante, adoro capturar momentos de mi vida, que recordaré siempre aunque no constantemente. Y fue en ese preciso instante cuando me di cuenta que personas así no las encuentro en todos lados, así que las aprovecharé al máximo. 
Y ellas que han vivido lo que yo, saben de que les hablo. 
Si algún día retrocedéis gordis, que sea para coger impulso, porque nadie más vale lo que vosotras y debéis aprovecharlo.

1 comentario:

  1. Tienes razón, y es mi entrada favorita de utópica. No quiero que nada cambie, y si cambia que sea para mejor.

    ResponderEliminar

Pensamientos calamocanos