jueves, 28 de junio de 2012

Carta para Marta.


Quizá si es verdad que todo tengo su final, que con el paso de tiempo todo se olvida, que por mucho que nos queramos  aferrar, ese algo se evapora.
No entiendo  que cogieras ese billete que todos tenemos ya comprado, sentarte en ese avión y alcanzar  de donde ahora estés, todo el mundo se pregunta el porqué de ser tu quien se fuera, el poder cambiar su vida por la tuya.  Mientras yo me pregunto como en tan pocos años, tú, podías dejar tanto vacío en una persona, un vacío que nunca podrá ser ocupado, como esa sonrisa que parecía que nunca iba a desaparecer, desapareció sin decir nada, en silencio, cuestión de minutos. 
Quizá ahora mismo lo que más me duela es no poder cumplir lo que te prometí, que tus sueños no serán cumplidos.
Aun estoy esperando cada viernes tus llamadas o que me contestes a las mías, o simplemente una palabra que provenga  de ti, que todos los veranos te pueda volver a ver, quiero despedirme de ti como nunca lo hice, como te mereces. Quiero ser otra vez niñas y nunca crecer, quiero vivir siempre en el País de nunca jamás, quiero que estés ahora mismo sentada a mi lado y no tener que escribir esta carta y otras tantas para decir lo que siento, ni preguntarme que me dirías en situaciones que me pasen.
Solo quiero despertarme de esta pesadilla y  encontrar tu sombra en mi habitación.Espero que estés donde estés, te acuerdes tanto de mi, como yo de ti. 
Te echo de menos.






Y recordar que  solo tú eres protagonista de tu historia y tú eliges como termina.

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Pensamientos calamocanos